Un homem encantador
"La vida interior necesita una casa confortable y una buena cocina" David Herbert Lawrence
El propietario de mi casa en Madrid tiene nombre de mayordomo. Echo de menos su sonrisa y aquella bandeja de bombones piramidal inalterable que me ofrecía eficientmente cuando requería sus servicios.
Esta tarde lo he llamado. Quedamos que en febrero volvería y parece ser que por ahora se alarga mi estancia en Barcelona. Se ha puesto una chica al teléfono que no era la polaca que dejé ocupando "mi" habitación. Muy hábilmente "Sebastian" substituyó temporalmente la polaca-catalana por una polaca auténtica. Así podía proseguir en la intimidad con la práctica clandestina de mi querida lengua.
Tuve mucha suerte de ir a vivir allí. Al lado del río, rodeada de parques y en un barrio lo bastante céntrico como para permitirme desplazarme a pie muchas veces. En su casa "Sebastian" conseguió que me encontrara a gusto en seguida. Es que él es un encanto de tío. Podría vivir solo me contó pero prefería sacarse unas pelas y poder viajar siempre que tenía vacaciones. Apasionado por ver mundo, conocer otras culturas, amante de su libertad, tranquilo, respetuoso, amable y super correcto, hasta demasiado...
Nunca me tocó un pelo. "Un hombre soltero tan encantador y tan amable... Y nunca se te ha insinuado?? Seguro que es gay" Mis amigos siempre bromean por la facilidad que tengo por tropezar con hombres maravillosos pero con mínimo interés sexual por las indivíduas del sexo opuesto. Si fuera el caso, a mí qué me tenían que importar sus preferencias sexuales. Para ofrecer la bandeja de bombones con eficiencia ese detalle es irrelevante. Qué más se le puede pedir a un compañero de piso tan agradable que te reserva un plato de los guisos que cocina, muestra interés por la cultura catalana y es partidario del Estatut y del retorno de los papeles de Salamanca...
Como si ser gay fuese algún inconveniente para la convivencia? Además, yo estaba convencida de su heterosexualidad. No hacía falta que le descubriera una Playboy escondida en el armario del baño ni que hiciese algún comentario prepotente sexista de mal gusto. Y en caso de duda, hay una prueba de verificación infalible: el estado de la cocina. Los homosexuales siempre tienen la cocina limpia y reluciente. No estoy diciendo que los heteros sientan repulsión a la fregona, el estropajo y el Ajax. Pero no afecta a su felicidad el grado de brillantez del mármol o de las baldosas de la cocina. "Sebastian" era mi mayordomo particular pero la que fregaba la cocina era yo.
Justamente mientras acababa de limpiarla después de cenar ha sonado el teléfono. Era él. Le he explicado que no tenía noticias de trabajo en Madrid. Que me había salido una suplencia de música en la ESO en Barcelona y con pocas ganas la estaba haciendo. Pero contenta, que es pasta! Él tan encantador como siempre me ha dicho que no tenía que temer nada. Que no tenía ganas de conocer a nadie y tendría la habitación vacía hasta que volviera yo. La habitación es mía o de nadie. Y sobre el trabajo en el Instituto que lo hiciera: "Así te convences de que esto es lo que no quieres hacer"
Me siento muy feliz de pensar que hay alguien en el mundo que tiene tan claro que quiere compartir su vida conmigo. Dispuesto a esperar y a lo que sea, convencido de que no encontrará nada mejor en ninguna parte.
A lo mejor sí que soy un ser maravilloso pienso yo! Pulcra y limpia, silenciosa, respetuosa, servicial, agradable, simpática, divertida, afectuosa... La convivencia conmigo dede ser una delicia! Lástima que he sentido curiosidad por saber quien había contestado el teléfono por la tarde en vez de preguntar si la bandeja de bombones aún se conservaba impecable.
Como son los hombres! Recuerdo haber entendido perfectamente a los pocos días de haber entrado en aquella casa que mi compañero de piso era un hombre que estaba solo en el mundo. Él era un espíritu libre. Me fui 3 semanas de temporada a Valencia y cuando volví me dijo que tenía una medionovia en Brasil. Después de Reyes hablé con él y me pareció que se había referido a la brasileña como a su novia, pero nada importante... Y al cabo de un mes escaso la medionovia-novia-sin-importancia ya ha volado desde Brasil y está viviendo en su casa! Eeeeeeeee!! Que es mi casa también!
Como somos las mujeres! Esto es lo tenía que haber dicho. Quien es la guapa que se liga a un tío encantador superfeliz en su soltería en tan poco tiempo? Asciende de categoría de amiga a medionovia y acto seguido a novia y se instala en su casa en un tiempo record. Y todo esto sin causar trauma alguno al soltero convencido de su libertad y de su cocina sucia.
Tengo que conocer esta chica y conseguir que me cuente sus métodos infalibles. Intentaré disimular que la envidia me supera. Lo que más me jode es pensar: Qué debe tener esta brasileña que no pueda tener una polaca tan estupenda como yo?
Publicado el 5 de febrero de 2006